Hace un tiempo, Estitxu, una de las docentes de nuestra universidad, miembro de Elkarrikertuz y comprometida con el tema de la desigualdad de género, nos hizo la propuesta de presentar una obra para exponer el próximo mes de mayo en el Centro Cultural de Ayete. La base de esta obra debía ser el género relacionado con la enseñanza. Debíamos reflexionar en como nuestro género ha afectado en nuestra etapa educativa, y si creíamos que el estereotipo de que la mujer ha de ser la encargada de las tareas de cuidado son los que nos han impulsado a querer ser maestras (sobre todo en educación infantil).
Nuestra idea surgió de repente, como un flash, charlando sobre los estereotipos de género existentes en la sociedad actual, y en el pasado. Nos dimos cuenta de que el hecho tan aleatorio e inevitable de nacer con un cuerpo de mujer es el que hace que el mundo en general proyecte unas expectativas sobre ti, sobre cómo ha de ser tu personalidad, a qué tienes que dedicarte, cuáles han de ser tus aficiones etc. incluyendo las escuelas, que durante muchos años han contribuido a la reproducción de este modelo de desigualdad (de ahí las pizarras).
Así, comenzamos a anotar palabras que nosotras (influenciadas por el entorno, por supuesto) asociábamos con el ser "femenina", y las plasmamos en cuerpos de mujer que algunas voluntarias nos prestaron (muchas gracias a todas).
Pero no quisimos quedarnos ahí. Y es que nosotras, al igual que muchas otras mujeres, no nos sentimos identificadas ni cómodas con esos estereotipos, con esas normas que dictan cómo ser mujer. Por eso creemos, que mediante la educación se puede Y SE DEBE cambiar esa situación, queremos crear una nueva imagen de mujer. Auténtica y libre. En nuestra obra, presentamos algunas cualidades que nos gustaría que se asociasen a ese nuevo modelo de mujer en una bata de andereño, simbolizando la escuela y la educación. Y, por supuesto, nuestra identidad como maestras, ya que debemos ser las primeras en cumplir con el ejemplo.
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